La deficiencia
mental
A continuación se ofrece un resumen, con las ideas más relevantes, del capítulo IX, titulado La Deficiencia Mental, escrito por Domingo Bautista Pacheco y Rosario Paradas Valencia.
Para hablar de deficiencia mental, en conveniente hablar del concepto de inteligencia. Dicho concepto se puede definir bajo tres teorías: monárquica, oligárquica o bifactorial y multifactorial. La primera de ellas establece que la inteligencia es una facultad única o unitaria no compuesta por otras facultades inferiores. La bifactorial propone la existencia de un Factor G, denominado Inteligencia General y un segundo factor constituido por la capacidad concreta para cada actividad (Factores S). La multifactorial defiende la idea de que la inteligencia es un conjunto de factores, entre ellos: Comprensión Verbal, Fluidez Verbal, Factor Espacial, Factor Numérico, Factor, Memoria y Factor Razonamiento o Inducción. Estas tres teorías permiten construir un concepto de inteligencia estático y reduciéndolo a una cifra (C.I). Dos personas con el mismo coeficiente intelectual, reacciona diferente a diversos estímulos y se adaptan al medio de manera distinta. En este sentido, dos definiciones más acertadas de inteligencia son las siguientes (Sainz y Mayor, 1989)
“Habilidad para aprender, capacidad para pensar
abstractamente, habilidad para adaptarse a situaciones nuevas”
“Conjunto de procesos cognitivos como memoria,
categorización, aprendizaje y solución de problemas, capacidad lingüística o de
comunicación, conocimiento social”
1. La Deficiencia Mental
1.1
La deficiencia mental. Criterios para su definición.
Existen tres criterios para definir la deficiencia mental:
Criterio Psicológico o Psicométrico: Persona que tiene un déficit en sus capacidades mentales (medidas a través de test y expresado en términos de C.I)
Criterio Sociológico o Social: Persona que tienen una dificultad para adaptarse al medio social en que vive y para llevar a cabo una vida con autonomía personal.
Criterio Médico o Biológico: La deficiencia mental tienen origen biológico, anatómico o fisiológico y se manifestará durante la edad del desarrollo (hasta los 18 años).
La Asociación Americana para la Deficiencia Mental (A.A.D.M) define la deficiencia mental como: “La deficiencia mental se refiere a un funcionamiento intelectual general significativamente inferior a la media o promedio, originado durante el período de desarrollo y asociado a un déficit en la conducta adaptativa.” (1983)
La Organización Mundial de la Salud (O.M.S) define la deficiencia mental como: “individuos con una capacidad intelectual sensiblemente inferior a la media que se manifiesta en el curso del desarrollo y se asocia a una clara alteración en los comportamientos adaptativos” (1968).
A las definiciones anteriores se le suman dos criterios más: Criterio Conductista y Criterio pedagógico. El primero establece que el déficit mental es un déficit de conducta que ha de interpretarse como producto de la interacción de cuatro factores determinantes: factores biológicos del pasado (genéticos, prenatales, perinatales, postnatales), factores biológicos actuales (drogas o fármacos, cansancio o stress), historia previa de interacción con el medio y condiciones ambientales momentáneas o acontecimientos actuales. El segundo criterio establece que un sujeto con deficiencia mental sería aquel que tiene una mayor o menor dificultad en seguir el proceso de aprendizaje ordinario y que por tanto tiene unas necesidades educativas especiales.
1.2 Grados de afectación de la Deficiencia Mental y características de cada grupo.
El criterio psicométrico es el que se impone a la hora de establecer el Coeficiente Intelectual (C.I), este se define como
CI = (EM / EC) x 100, donde E.M es la edad mental y E.C la edad cronológica.
En relación con el coeficiente intelectual, existen
cinco grados de deficiencia mental:
Deficiencia Mental
|
C.I
|
|
1.
|
Límite o
bordeline
|
68-85
|
2.
|
Ligera
|
52-68
|
3.
|
Media
|
36-51
|
4.
|
Severa
|
20-35
|
5.
|
Profunda
|
Inferior
a 20
|
· La límite o bordeline no se puede decir que poseen una
deficiencia mental como tal, son niños que tan solo manifiestan un retraso en
el aprendizaje o alguna dificultad concreta de aprendizaje.
· En la deficiencia ligera se presentan dificultades para
desarrollar habilidades sociales y de comunicación; tienen capacidad para
integrarse en el mundo laboral.
Presentan un retraso mínimo en las áreas perceptivas y motoras. En la deficiencia mental media, los individuos pueden
adquirir hábitos de autonomía personales o sociales (estos últimos se
dificultan más). Presentan problemas en la expresión oral y en la comprensión
de convencionalismos. Difícilmente
llegan a dominar las técnicas instrumentales (lectura, escritura y cálculo).
En la deficiencia severa las personas necesitan ayuda en su
nivel de autonomía tanto social como personal.
Suelen presentar un importante deterioro psicomotor.
·
En la profunda se manifiesta un deterioro grave en los
aspectos sensoriomotrices y de comunicación con el medio. Son personas dependientes en casi todas sus
funciones y actividades.
1.3
Causas de la deficiencia
mental
Las causas son muy diversas, se mencionan los factores
genéticos y factores extrínsecos. Dentro
de los primeros destacan las genopatías y cromosopatías; mientras que dentro de
los segundos se mencionan los factores prenatales, factores perinatales o
neonatales y factores postnatales.
2.
Características evolutivas
de la deficiencia mental e implicaciones educativas
Al igual que las personas que no poseen una deficiencia mental, la conducta personal y social es muy variable y no se puede hablar de unas características que sean semejantes en todo el grupo. Sin embargo, existen algunas características que diferencias a los individuos que poseen una deficiencia mental y a los que no, entre ellas: físicas, personales, sociales. Dentro de las físicas se puede destacar el equilibrio escaso, locomoción deficitaria, dificultades en coordinaciones complejas y dificultades en destrezas manipulativas; dentro de las personales destacan ansiedad, bajo autocontrol, tendencia a evitar el fracaso más que a buscar el éxito, posibilidad de existencia de trastornos en la personalidad y menor control interno; dentro de las sociales se menciona el retraso evolutivo en el juego, ocio y rol sexual
Existen otro tipo de características de carácter cognitivo: déficit de memoria, déficit en la categorización, déficit en la solución de problemas, déficit lingüístico y déficit en el conocimiento social. Además, las principales dificultades que se pueden encontrar en el desarrollo de un deficiente mental son:
·
Dificultades psicomotoras.
·
Dificultades sensoriales.
·
Dificultades en habilidades sociales.
·
Dificultades de autocuidado.
·
Dificultades de lenguaje.
Estas características y dificultades se deben de tener
presentes a la hora de plantear procesos educativos, con el fin de que vallan
acordes a las posibilidades y limitaciones de cada individuo.
2.1
Desarrollo de la
personalidad en el deficiente mental
El niño deficiente tiene problemas para estructurar su
experiencia. Las relaciones con el medio que lo rodea, para un niño sin
deficiencia mental, le permiten generar una serie de relaciones
perceptivo-motrices, que luego estructura.
El niño con deficiencia mental tiene la misma capacidad para percibir
información, en donde tiene problemas es en la estructuración de la misma, pues
los objetos no adquieren la misma significación que para la mayoría de
individuos. Otro problema es la
dificultad que encontramos para su educación.
Lo primero que se debe hacer es establecer comunicación con los niños,
cuando esto se ha logrado, es importante utilizar estrategias para educar la
percepción, motricidad y lenguaje con el fin de adiestrarle para que los
aprendizajes adquieran significación. La última gran dificultad es la derivada
de su reconocimiento como persona, en ocasiones los mismos padres no les
permiten crecer pues no los dejan hacer ni aquello de lo que son capaces.
2.2 Etapas educativas
Son tres etapas a saber: la educación en el hogar, la educación en la etapa Infantil y la educación primaria.
La primera educación que recibe un niño es en el hogar, por lo tanto es importante asesorarse para poder brindar todos los apoyos necesarios en áreas como motricidad, percepción, lenguaje, sociabilidad y afectividad.
A nivel de la educación preescolar se debe abarcar la estimulación y fomento de la motivación al aprendizaje y a las actividades con base afectiva, educación de la sensomotricidad y de la psicomotricidad, ejercitación del cuidado de sí mismo y de hábitos de higiene, educación rítmica, inicio de la comunicación social y educación verbal elemental.
En el período escolar se deben de desarrollar aquellas habilidades que le permitan el individuo desenvolverse en el medio que lo rodeo y que le permitan desarrollarse como ser humano. Específicamente, Speck (1978) indica que las áreas que deben ser atendidas en el período escolar son: educación de la sociabilidad, educación de la independencia, educación de la habilidad, educación del dominio del cuerpo, educación de la capacidad perceptiva, educación de la capacidad de representación mental, educación del lenguaje y orientación del componente afectivo. Se hace necesario un análisis por parte del educador para hacer una selección de los objetivos que vallan acorde a las necesidades y capacidades de cada individuo. El mismo autor cita a Piaget para indicar que en la educación de los deficientes mentales se debe tener en cuenta:
· Principio de activación: El niño debe ser puesto en relación
activa con los objetos para que se produzca el aprendizaje.
·
Principio de estructuración: La enseñanza debe fraccionarse
en pequeñas partes.
· Principio de transferencia: Implica usar lo aprendido en una
situación análoga, para lograr esto el aprendizaje debe ser realizado muchas
veces combinando los objetos y las situaciones.
·
Lenguaje asociado a la acción: Los actos deben de estar
asociados a las palabras correspondientes para que se produzca la unión entre
el sistema de signos verbales y la experiencia.
· Motivación al aprendizaje social: Se hace necesario crear una
serie de condiciones de aprendizaje positivas en los aspectos sociales y
afectivos, en caso contrario, se puede ver afectada la disposición del alumno
ante el aprendizaje.